Tierras usurpadas de forma ilegal, señores del gobierno... no las legalicen!

Recientemente vimos un reportaje en televisión sobre la cantidad de tierra ociosa que existe en el país, en el video le achacaban la culpa a la pasada reforma agraria y manifestaban que no había habido buenas decisiones ni apoyo gubernamental al agro.

Si echamos un vistazo sobre este tópico, vemos que en realidad hay tierras ociosas en muchas partes y por otra parte vemos que la necesidad de viviendas ha provocado que muchas tierras que antes eran fértiles hayan sido pobladas de forma desordenada y las pocas tierras que han quedado pierdan su eficiencia por la pérdida de afluentes, humedad y otras características que los terrenos para siembra deben poseer.

Si revisamos los avances en agricultura en otros países, nos damos cuenta que grandes pasos se dan en países como Israel, que tiene grandes extensiones de desierto y han aprendido a aprovechar las pocas tierras que tienen para cultivar incluso frutos que en dichas regiones antes nadie se imaginaba que cultivarían; además, han logrado mejoras en el tamaño y propiedades alimenticias de los vegetales sin usar híbridos transgénicos.

Esto nos hace echarle un ojo a las tierras en El Salvador y nos damos cuenta que mucha gente ha migrado o ha abandonado terrenos que pueden ser utilizados por agricultores si se les permite, a bajo costo o gratis si estas tierras no son aprovechadas por nadie; incluso con la ayuda de expertos israelitas o japoneses se puede sembrar en lugares que antes fueron empresas diversas e incluso ex botaderos.

Un problema en el país es que se permite a la gente que invada terrenos privados y si nadie reclama, luego de cierto tiempo los diferentes gobiernos han realizado actividades populistas legalizándole los terrenos a la gente que de forma ilegal los ha ocupado. Esta costumbre ha permitido que haya personas que se encargan de activar grupos de pobladores que invaden terrenos y mucha de esta gente tiene casas y terrenos en otras partes con prestanombres; al llegar a dichos lugares invadidos llegan en vehículos diversos de su propiedad haciéndose pasar por “pobres”, cuando en realidad son sinvergüenzas que luego que les regalan el terreno lo inscriben a nombre de otro, luego lo venden y nuevamente invaden otro lugar en donde siguen haciendo su rueda de caballito.

Es importante entonces que el gobierno empiece a evitar las invasiones de terrenos, que haga prevalecer las leyes y que la gente se gane sus propiedades con su esfuerzo y trabajo; es importante discriminar adecuadamente a la gente necesitada y si hay lugares abandonados, dárselos en préstamo para siembra a agricultores interesados que aprovechen dichos recursos y que luego vendan sus productos a bajo precio por el hecho de no pagar por el uso de dichos terrenos; sin embargo no significa que se les regalará el terreno utilizado.

Debe investigarse a fondo aquellos terrenos ociosos que antes eran cultivados y que han sido adquiridos de forma corrupta por algunas personas, muchas veces ex funcionarios del gobierno o comunas; muchos de ellos inscritos en nombre del ex funcionario y otras veces en nombre de otras personas.

Las leyes son iguales para todos (se supone), por lo tanto un invasor de terreno debe ser expulsado y analizar cada caso por separado, la tierra se dice que es del que la trabaja,o del que se la gana con el sudor de su frente, nunca debe ser del que la usurpa.