El papel de las autoridades para combatir este flagelo ha sido poco y desde los organismos de seguridad hasta el mismo gobierno han dejado que la mala semilla produzca malezas que afectan las buenas cosechas que El Salvador trata con mucho esfuerzo de producir.
Muchos nos mantenemos en temor por estas personas que, aunque las noticias hablan siempre de pandilleros o pertenecientes a maras, muchas veces hay otro tipo de seres que aprovechan la coyuntura para beneficiarse económicamente de la situación de temor de la población y se ganan la vida a costa del que extorsionan, amenazan o sobornan, con lo cual se ha permitido que las personas de esta calaña se ganen la vida como parásitos.
Pero si analizamos esta última palabra de "parásito social", podríamos definirla como aquella persona que muchas veces tiene una fuente de trabajo o medios para poderse ganar su dinero honradamente, pero se vale de las necesidades de los demás y de las fallas del sistema para beneficiarse de los más débiles, se encarga de ordeñar la vaca aunque ya esté muy flaca y no le importa si los demás se quedan sin comer si él o ella sale beneficiado; se trata de aquella persona de bajos o nulos valores que solo busca enriquecerse a costa de los más necesitados, explotados y hasta desempleados.
Con esta definición tan amplia no podemos enmarcar en ella solo a los mareros o pandilleros y podemos hacer una extensa lista de personas que llenan este perfil; por ejemplo, recientemente vemos las medidas de ataque al gobierno y a la población hechas por un grupo de empresarios del transporte colectivo, que inventaron un paro de transporte por supuestas amenazas de maras y pandillas y que ahora preparan una enorme estrategia y concentraciones para lograr que el gobierno, además de permitirles un aumento del pasaje al transporte sin pensar que habrá mucha gente que no podrá pagarles, les otorgue también un aumento al subsidio por cada bus o microbús, que por cierto son de mala calidad, peligrosos, irrespetuosos de las leyes de tránsito y conducidos por personas sin moral, ofensivos, irrespetuosos de niños, ancianos y mujeres.
Estos empresarios son tan pobres y no les alcanzan sus ganancias que todas sus reuniones las hacen en hoteles y restaurantes de lujo, es muy poco lo que les pagamos y desean satisfacer aun mas su gula.
Muchas veces hemos analizado que el gobierno gasta millones de dólares mensuales en mantener a estos parásitos de la sociedad, a quienes les pagamos el subsidio con nuestros impuestos y con el dinero que les quitan a quienes tienen vehículos cada vez que cargan combustible; estos parásitos han logrado la mayor contaminación de personas en este país, siendo la principal plaga que nos afecta, desnutre, empobrece y a pesar que no pagan impuestos, a pesar de los millones de dólares gastados en ellos, el gobierno muchas veces es doblegado y les complace sus solicitudes, cuando lo que debería hacer es ponerles competencia con un sistema de transporte público mediante sistema de tarjeta prepagada, con menor precio para estudiantes y ancianos, con motoristas respetuosos de la persona, de las leyes, de valores; debe ponerles competencia a bajo precio y tener un buen sistema de mantenimiento preventivo de sus unidades, con cambio de buses cada ciertos periodos no permitiendo que buses demasiado viejos circulen o dejen a media calle a sus pasajeros cuando se calienten o arruinen, un sistema ideal y digno para los salvadoreños que a diario salen a buscar ganarse el sustento para sus familias.
Al final ganará el más poderoso o el más importante para los políticos, recordemos que en campaña electoral estos señores ayudan a cambio de cuotas de poder, ya veremos si para este gobierno es tiempo de pagarles un favor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario