Casi finaliza la
vacación de Semana Santa y las noticias hablan cada día de la cantidad de
muertes que se suman por accidentes de tránsito, de muertos por ahogamiento en
los diversos centros recreativos entre piscinas, lagos y playa; de los
automóviles destrozados, de la cantidad de alcohólicos al volante, de
conductores temerarios entre ebrios, bajo efecto de drogas o por conducir a
alta velocidad; se hacen encuestas para evaluar el papel de las autoridades al
respecto y comentamos que son ignorantes, que no saben lo que hacen, que es
culpa de que los gobiernos pongan a funcionarios ineptos y hasta nos atrevemos
a lanzar ofensas contra las autoridades haciéndolas responsables de las
tragedias de esta vacación.
Pocos recuerdan
probablemente la misma ira cuando las autoridades al frente de los planes
preventivos anunciaron una serie de medidas orientadas a prevenir los
ahogamientos, los accidentes y otros; se hablaba de medidas restrictivas para excursiones
y poder tener control sobre los vehículos y autobuses; se habló de horarios
prohibidos para entrar a aguas marítimas o en turicentros y de medidas
restrictivas hasta con multas por adentrarse más allá de la línea de seguridad
en el mar; en los diversos medios de comunicación y en las redes sociales mostramos
enojo, dijimos que querían tenernos como esclavos, que eran medidas ridículas,
que nos querían prohibir hasta comer y respirar y a estas medidas les pusimos
calificativos groseros y hasta exageramos lo que el gobierno proponía; el
Gobierno ante las quejas de la población (craso error) desechó dichas medidas que
fueron inmediatamente dejadas sin efecto y la población por lo tanto tuvo toda
la libertad para bañarse en turicentros hasta la hora que ellos quisieran, sin
importar que ya no hayan guardavidas, que su familiar esté borracho; dejamos
que personas alcoholizadas conduzcan y hasta buscamos como hacer para burlar
los retenes para medir niveles de alcohol, nos creemos los “mas vivos”, somos
mas inteligentes que las autoridades al esquivarlas y violar las leyes, somos
los campeones, los cachimbones y los tipos de la película.
Ninguna medida
preventiva será efectiva mientras no haya conciencia en la propia ciudadanía,
el nivel de cultura de nuestra población es tan bajo que nos quejamos de las
medidas de seguridad, cuando lo correcto es que el gobierno no debería gastar
en dichas medidas si nosotros fuéramos responsables; los ciudadanos deberían
conocer y respetar las leyes y es tiempo que aprendamos a respetar las
decisiones de las autoridades si estas llevan implícita dar mas seguridad a
nuestra población, evitar muertes,
accidentes y tragedias.
Ideal seria un país
sin retenes en las calles para medir niveles de alcohol pues siendo su gente
tan responsable nadie manejara alcoholizado, una ciudad sin conductores a alta
velocidad, con vehículos con buen mantenimiento, con autobuses seguros, con
conductores responsables y respetuosos, sin violencia, sin inseguridad y con
gente que acata las disposiciones de las autoridades sin fanatismo, sin
irresponsabilidad.
Aunque suene
duro, si alguien tuvo un familiar que sufrió una tragedia en estas vacaciones,
debe analizar su responsabilidad, la conducta que tomó cuando el gobierno
anunció medidas duras para restringir situaciones de riesgo que consideramos
excesivas y toda la población debe analizar quienes son los culpables de las
tragedias, si es el gobierno o es el dueño de vehículo que no verificó el
adecuado mantenimiento (frenos, llantas y otros); el que abusó de alcohol,
velocidad o drogas; el que no sabe nadar y se adentró en lugares de riesgo; el
que condujo su vehículo estando alcoholizado, el que descuidó su seguridad; no
seamos irresponsables delegando la responsabilidad a otros de nuestros errores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario