Saludando con sombrero ajeno

El tema de esta publicación es un refrán popular que significa ofrecer a otros lo que no nos pertenece ni nos ha costado o adjudicarse uno mismo elogios por algo que en realidad no es propio ni verdadero; así sucede con muchos políticos, quienes modificando las leyes a su manera se incrementan dietas, bonos, gastos de representación, viáticos, salarios y otros para utilizar de ello una pequeña parte y repartirlo entre la gente necesitada o "donar" en ciertos eventos; actividad realizada por personas a quienes no les importa que los escasos impuestos de la población llenen sus bolsillos hasta casi romperlos si de por medio está su interés en mostrar una apariencia de bondad, de caridad, de solidaridad, cuando en realidad ganan mucho más de lo que regalan con inmenso dolor, pero haciendo gran pompa; a quienes no les interesa derrochar a costa de la gente necesitada y que tratan de hacer obras estéticas con dinero salido de las arcas nacionales, mostrando algunas veces la apariencia de ser “donaciones” de buena voluntad.

La hipocresía de los políticos se deja ver, cuando al ser entrevistados y para justificar sus aumentos de ingresos, provenientes de los impuestos, hablan sobre algunas de sus supuestas obras: “yo pago empleados de mi bolsa”, “yo doy cuando la gente me pide para comer”, “yo les regalo comida a la gente de la calle”,  “yo ayudo para las obras sociales”, etc., cuando la realidad es que el dinero utilizado en esas “bondades politiqueras y populistas” no sale de su bolsillo, sino de un remanente de un aumento descarado que beneficia solo a los altos jefes de un determinado ente gubernamental.

Si un alcalde se aumentó el salario y dice que de eso paga algunos puestos, saluda con sombrero ajeno, pues en realidad paga con los impuestos del pueblo y por otra parte hace mala gestión si un puesto es necesario y no contrata a la gente, negándoles derechos laborales y prestaciones a las que todos tenemos derecho como trabajadores y por otra parte el contratar maestros municipales es una de sus promesas de campaña.

Este tipo de actitudes es realizado incluso por algunos medios de comunicación, quienes haciendo colectas para personas necesitadas, toman una parte de las mismas o se liberan de impuestos al entregar las cantidades colectadas de mucha gente como propias, quedan como los buenos de la película, pero no informan con cuanto salieron beneficiados.

Un buen líder es aquel que cuando llega a un puesto de elección popular no busca enriquecerse junto a sus aliados, sino que analiza las cuentas de la entidad que gobierna y predica con el ejemplo según lo que declara en diferentes medios; algunos alcaldes que tomaron las riendas municipales en 2012 dijeron haber recibido las arcas municipales con deudas, situación que lleva a la gente a pensar que lo lógico es que mantengan o que hasta se disminuyan los salarios; pero va en contra de toda lógica financiera que se receten sendos aumentos que al final dejan en peor estado las finanzas municipales; si a eso se le suma que en este nuevo periodo la cantidad de concejales es mayor que el anterior, debe hacerse la cuenta de la erogación presupuestaria mensual que esto traerá y como afectará la probabilidad de beneficiar a la población necesitada.

El querer justificar aumento de dietas para concejales es ilógico, pues ninguno de ellos (excepto la síndica) ha abandonado su puesto de trabajo y por lo tanto, al realizar adicionalmente la función de concejal, ganan 2 salarios; elevar la dieta por sesión es aumentar el robo a una institución que, según lo dicho por el mismo alcalde, no tiene suficiente dinero en sus estados de cuenta; por otra parte justificar que se les aumenta porque se les descuenta renta, ISSS y AFP, que son beneficios adicionales, significa que al final es la población la que carga con dichos beneficios para que los gocen sin ningún esfuerzo dichos concejales.

Un alcalde y sus concejales no deben ganar más dinero solo porque se les ocurre, si los recolectores de basura no tienen equipos para protegerse las manos, la cabeza y la cara al trabajar; si hay gente mal pagada a la que desde hace mucho no le aumentan salario; no se deben aumentar salario si no le aumentan a todos los empleados; si los alcaldes desean ganar más, que se dediquen a negocios propios y si quieren ser justos y equitativos, que les receten el mismo porcentaje de salario al resto de empleados; por ejemplo si el edil anterior ganaba $1,500 y el actual se aumentó su salario a $1,800, significa un aumento del 20% de su salario nominal, mismo porcentaje que debería subir a todos los empleados municipales, sin distinción.

Por otra parte si cada concejal gana $800 y son 3 adicionales al gobierno anterior, se suman $2,400; si a eso le sumamos $100 por cada concejal que se aumentaron dieta, agregamos un gasto mensual adicional de $1,200; además el alcalde cada mes gana adicionales $300; por lo tanto, en total, en la alcaldía municipal de Tonacatepeque cada mes se gastan $3,900 dólares adicionales en salarios a lo que gastaba el gobierno anterior, sin contar el aumento que haya recibido la sindica (que lo desconocemos); si multiplicamos esta suma por 12, en cada año aumentan en gasto de nuestros impuestos $46,800 dólares, y si lo sumamos para 3 años, si acaso no se suben más salario, llegamos a la suma de $140,400 (ciento cuarenta mil cuatrocientos dólares americanos); imagínese usted la cantidad de obras que con eso puede hacerse y analice cuanto “regala” el alcalde o cada concejal saludando con sombrero ajeno y haga de nuevo la cuenta si sabe cuanto es el aumento de salario de la sindica municipal, el salario de los asesores y de nuevas jefaturas, entre otros. 

No nos dejemos engañar y reconozcamos las arbitrariedades de nuestros representantes en la alcaldía municipal, la forma de desfalcar el dinero de nuestros impuestos y la falsa apariencia de quienes tienen en sus manos el futuro de nuestra ciudad; trabajadores de la alcaldía, defiendan sus derechos y señores del sindicato, no solo hagan protestas en otros lugares ni aprovechen sus cargos para vagar en otros países, en nuestra ciudad ya los extrañamos y su silencio es tal que nada se dice de la supuesta destitución de otra gran cantidad de empleados en diciembre, por eso les preguntamos: ¿cuándo alzaran sus manos, pancartas o su voz en defensa de los trabajadores y contra las arbitrariedades de las autoridades de nuestra ciudad?, seguiremos atentos, esperando su despertar…