Es casi fin de 2010, cada año muchos hacemos una serie de promesas a cumplir y es el final del mismo la fecha adecuada para revisar cuanto cumplimos y cuanto falta, prometemos mucho un cambio, pero muchas veces no lo hacemos; si estamos en la disposición de cumplir y como humanos podemos errar, también el fin de año es el momento propicio de retomar nuestros propósitos, corregir, echar a la basura lo que no nos sirve o lo que nos hace fracasar e iniciar un nuevo camino, un camino que nos permita que aquellos que dependen de nosotros o a quienes puedan beneficiar nuestras promesas nos crean, nos tengan confianza, nos consideren sinceros y vean en nosotros esa persona en quien siempre se puede confiar.
Muchos cambios dependen de nosotros mismos, pero la altanería, el orgullo, la envidia y otros males pueden afectarnos, males que podemos eliminar si hacemos un esfuerzo consciente y buscamos la guía divina que puede cambiarnos en realidad; pero muchos de los cambios que nosotros ofrecemos dependen de quienes nos ayudan; es importante por lo tanto considerar quienes serán nuestros aliados, quienes nos ayudan a caminar por el camino correcto, nos alejan de los vicios, de las malas decisiones, de los errores y nos ayudan también de forma sincera a buscar un mejor futuro para los demás, para los más necesitados, para quienes dependen de nosotros, personas justas que no buscan su beneficio propio o de sus familiares o amigos.
Es por lo tanto importante hacernos un autoanálisis y definir qué camino vamos a tomar, pero también es importante analizar nuestro entorno, nuestra sociedad y determinar si vamos en el camino correcto o si debemos cambiar el rumbo, cambiar a nuestros líderes, quienes están obligados a apoyarnos.
Es por lo anterior que hemos retomado fragmentos del discurso de toma de posesión del Presidente Mauricio Funes, el cual fue hecho hace 18 meses, queda a su criterio analizar si nos ha cumplido, si debemos exigirle que de verdad cumpla, si debe cambiar a sus aliados, si debe analizar quienes le afectan en lo ético, en las capacidades, en su accionar, en sus actitudes, en discernir de quienes rodearse y esperar que lo prometido se cumpla y que el verdadero cambio llegue, pues la mayoría de los salvadoreños lo seguimos esperando, si usted tiene el discurso total, puede que encuentre otras partes que deben ser analizadas y reflexionadas, esto es lo que nosotros hemos retomado, algunas frases las hemos resaltado…
- Repito: nosotros, definitivamente, no tenemos el derecho de equivocarnos (por que permite errores en sus funcionarios y no los destituye?).
- No tenemos, por tanto, el derecho de traicionar nuestros sueños y ni de errar el camino.
- Errar es humano, pero evitar el error es, igualmente, un atributo de todos los hombres y todas las mujeres. Y evitar el error comienza por no hacer lo que algunos ya hicieron mal en este país
- Cuatro grandes objetivos guían nuestro plan: resguardar los empleos existentes y generar nuevas fuentes de trabajo (para aliados al partido?); proteger a los sectores poblacionales más vulnerables de los efectos negativos de la crisis; aprovechar esta crisis para impulsar políticas de estado en materia social y económica e iniciar la construcción de un sistema de protección universal para todas las mujeres y los hombres de nuestro país.
- En el área de empleo y apoyo a la producción, el plan contempla la generación de 100 mil empleos directos en los próximos 18 meses (ya pasaron 18 meses y esto no ha sucedido). Entre las medidas más importantes se encuentran la ejecución de un programa de empleo temporal, la realización de un programa de ampliación y mejoramiento de servicios públicos e infraestructura básica y la construcción y mejoramiento de 25 mil viviendas urbanas y 20 mil soluciones de techo y piso en comunidades rurales, en municipios en condiciones de pobreza severa.
- En el área crediticia, el plan contempla la creación inmediata de la banca estatal para el fomento productivo.
- La tercera medida es la eliminación de cuotas en el acceso a servicios de salud pública y la dotación inmediata de medicamentos esenciales a todos los establecimientos del sistema público de salud (no hay medicinas a 18 meses).
- un programa de austeridad (austeridad pero no para los funcioaarios) con una fuerte restricción del gasto superfluo.
- Precisamos hacer una revolución ética (hay muchos funcionarios cuestionados, demandados y aun en sus puestos). El bien público no puede ser confundido con el bien personal y la ética de los favores tiene que ser sustituida por la ética de la competencia sana y democrática.
- Y precisamos, sobre todo, promover la urgente cualificación (han contratado funcionarios no cualificados para sus puestos) de nuestra principal riqueza que es nuestro capital humano.
- Por eso, garantizo a los señores, que este será el gobierno de la meritocracia (palabra no encontrada en el diccionario probablemente por eso no se ha cumplido), no el gobierno de privilegios de familias, de abuso de clientelas y de los vicios de padrinazgos sombrios.
- Derechos, sí, para todos. Privilegios, no, para nadie.
- Aquí las personas serán reconocidas por su talento y su honestidad y no por sus conectes o su apellido.
- En nuestro gobierno quien tenga méritos será recompensado y quien tenga culpa será ejemplarmente castigado. Se terminó el tiempo del padrinazgo y de la impunidad.
- Precisamos crear un modelo nuevo de desarrollo nacional, un modelo nuevo de política social y un modelo perfeccionado de democracia
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