Por: Francisco Quintanilla
Los resultados que se obtuvieron en
la prueba de conocimientos realizada el 10 de septiembre del presente año, por
los aspirantes a ingresar a estudiar a la Universidad de El Salvador, muestran
por enésima vez los males que el Sistema Educativo posee desde
hace rato y que se comenzaron a agudizar desde 1995 con el inicio de la última
Reforma Educativa, males que las autoridades respectivas y muchos actores que
se mueven directa o indirectamente en este escenario educativo sólo miran pero
que no quieren ver, por diferentes razones, ya sean económicas, políticas, ideológicas, por temor, o porque simplemente
ya se acomodaron.
Según datos brindados por la ViceRectoría Académica de la UES, sólo 1,119 estudiantes de 23,889 que se
sometieron a la prueba de conocimientos la aprobaron, cantidad que
porcentualmente equivale a un 4.7%, aparte de señalar que buen porcentaje de
los que se aceptaron como aprobados, más del 50%, su nota oscila entre 5.0 y
menos que 6.0, nota que según los criterios internos de evaluación de la UES,
significa que están reprobados, lo cual indicaría, que realmente sólo el 2.0 %
aproximadamente aprobó dicha prueba, es decir unos 500 estudiantes.
De los anteriores datos, se partiría
del supuesto que son lo suficientemente impactantes en términos educativos como
para estremecer la imaginación, el pensamiento y la conciencia de las
autoridades respectivas, para ponerle fin a la lógica de esta última reforma
educativa, para iniciar una auténtica revolución educativa, que permita potenciar
y fortalecer el recurso más abundante e importante que posee la Nación
Salvadoreña, como es el recurso humano, sin embargo, eso no ha sido así, ya que
las actuales autoridades educativas lamentablemente le han dado continuidad a
las políticas educativas perversas de los gobiernos areneros que le han
precedido. Debido a lo anterior, como a los
resultados mismos de dicha prueba de conocimiento, es básico valorar las
características más generales y esenciales del sistema educativo nacional
actual, así como de ciertos factores que han condicionado y consolidado el tipo
de estudiante que llega a la UES.
Desde 1995 aproximadamente, se
establece como una de las políticas educativas que de primer a tercer grado
nadie tiene que quedarse aplazado (promociones masivas), independiente que el
educando haya o no alcanzado a desarrollar las habilidades cognitivas y
prácticas que cada grado o nivel espera o exige; de cuarto grado hasta
bachillerato la política es que si un estudiante se queda aplazado, el educador
está en la obligación de impartirle cursos de “reforzamiento” o “nivelación” a sabiendas que el estudiante
por el mero hecho de recibir tales cursos o clases ya deberá estar aprobado, es
decir, es la misma política de promoción masiva encubierta; otra es la
reducción de tres a dos años de bachillerato (modalidad bachillerato general);
desaparición de materias como Física, Química y Biología, condensándolas en una materia de Ciencias, desaparece
también filosofía entre otras; la sustitución de la escuela nocturna, primero
por la educación a distancia y luego por el programa “Edúcame”; a estas
políticas de los gobiernos areneros, se suman las políticas educativas del
actual gobierno del FMLN, entre estas están, que el educador está en la
obligación de revisarle periódicamente los cuadernos al educando y sólo por tal
revisión hay que adjudicarle al estudiante 2.5 puntos a la nota final de año,
están también las políticas de los recreos y esquinas dirigidas, que no son más
que formas de que el estudiante pierda más tiempo del que usualmente se pierde.
A todo lo anterior se suman otros
factores no menos importantes, tales como: el inmenso tiempo que buena
proporción de estudiantes le dedican de lunes a domingo a las bandas musicales
a tal grado que las escuelas de formación académica más parecen escuelas de
música o de baile; la cultura absorbente del consumismo y de la tecnología, es
decir, muchos jóvenes con o sin la aprobación de los padres y madres de familia
invierten un buen porcentaje de tiempo todos los días a interrelacionarse con el teléfono celular,
con el MP3, con el MP4, con los juegos electrónicos, en las redes sociales para
ponerse al tanto de los chambres, rebasando los límites de la pasión hasta
llegar a la adicción, tiempo que ni en cantidad ni en calidad le dedican al
estudio, a la lectura de libros de ciencia, de filosofía o de literatura.
La educación formal acompañada de la
educación informal está diseñada para matar conciencias, pensamientos,
imaginación, matar espíritus en todo el sentido de la palabra, estos muchachos
y muchachas muertos en espíritu tienen poca probabilidad que puedan desarrollar
todo su potencial que les permita enfrentarse al mundo, a la vida con
criticidad y creatividad liberadora, son caldo adecuado para caer en las
drogas, la prostitución, la delincuencia.
En este escenario, se suma la
participación de un actor que en la mayoría de los casos, no tiene conciencia de
esta situación, como es el padre y madre de familia, en el sentido que si algún
educador evalúa que un determinado educando no está apto para pasar al grado
inmediato superior, sumado a que él tiene que llenar una gran cantidad de
formularios, presentarlos y demostrar ante la santa inquisición “educativa” de
por qué se quedó aplazado, muchos papás
y mamás demandan al profesor, éste
último conociendo del proceso tortuoso que le espera, prefiere permitir que el
muchacho o muchacha apruebe de grado. El joven y la joven acostumbrado a
pasar de grado, con este acomodamiento llegan a realizar la prueba de
conocimientos para intentar iniciar sus estudios en la UES, por lo que no es de
extrañarse, más sí de preocuparse de
tales resultados.
Los y las jóvenes que logran aprobar,
ya sea en el primer examen o el segundo, van arrastrando el gran lastre de
deficiencias y males, por no decir pésimos hábitos para enfrentar las
exigencias universitarias, que dicho sea de paso, también han bajado
considerablemente, dado que si el profesor universitario exige como exigía hace unos cuarenta años atrás, muy poquísimos
estudiantes aprobarían y lograrían terminar con éxito sus estudios universitarios. Esto ha obligado,
como se planteó anteriormente, a que se baje de nivel de exigencia, lo cual ha
redundado a que el profesional en su mayoría en todas las profesiones sea de más
bajo nivel que el de antaño.
Los estudiantes que reprueban y que académicamente ya no pueden continuar
sus estudios en la UES, pero que económicamente pueden pagar una universidad
privada, rápido encuentran la solución
buscando alguna “universidad” privada de muy bajo perfil, las cuales son
abundantes y variadas en este pequeño país,
para graduarse en la profesión que querían. En este espectro también es
necesario señalar, que incluso algunas universidades que se jactan del mote de
estar acreditadas, funcionan bajo la lógica de las promociones masivas, cuya
herramienta básica es la educación
piñata.
La UES recibiendo estudiantes de bajo
nivel académico le devuelve a la sociedad también profesionales en todos los
órdenes en su mayoría también de bajo nivel, y especificando el caso de la
docencia, muchos jóvenes estudian la carrera de profesorado no es porque tengan
vocación sino porque es la que les resulta más barata y pueden salir en un
tiempo más corto que las demás carreras, esto ha conducido a que la UES le
devuelva al sistema educativo muchos profesores y profesoras de bajo perfil,
dando continuidad a la espiral del proceso educativo deteriorado y
deteriorante. Estos nuevos maestros (as) que logran
incorporarse laboralmente al sistema educativo, muchas veces trabajan en
niveles y en materias para los cuales no fueron “preparados”, se encuentran
maestros de sociales o de letras “impartiendo” matemáticas o ciencias
naturales, profesores de matemáticas ”impartiendo” inglés, de inglés
“impartiendo” educación física, de educación física “impartiendo” sociales,
etc.
Otro fenómeno que se manifiesta con
mucha frecuencia en muchos centros educativos, es que el buen profesor es
considerado por muchos alumnos, padres de familia y directores como mal
maestro, y el mal maestro como buen maestro, esto se debe a que el que
realmente es buen maestro no cabe en la lógica de las promociones masivas, de
la educación de piñata, donde se regalan puntos por cualquier cosa. Se regalan
puntos por participar en excursiones, en fiestas, por ser miembro de las bandas
musicales, hasta por hacer la limpieza.
Muchos estudiantes que llegan a la
UES y que inician sus estudios en ella, llegan acostumbrados a la educación de
piñata, tratan de enfrentar la educación superior con esta herramienta, que no
es más que una expresión de las actitudes acomodadas con que navegaron a la
deriva a lo largo de su educación primaria y secundaria.
Esta es la realidad real, la nuda
realidad educativa que las autoridades educativas, actores directos e
indirectos miran pero no quieren ver, dando explicaciones a partir de lo
superficial del fenómeno educativo y obviando el conocimiento de lo esencial de
este fenómeno, lo cual ha conducido a que si el diagnóstico es equivocado, las
soluciones que le han querido dar a este trascendental problema, también son y
seguirán siendo equivocadas.
Para terminar con esta reflexión es
importante hacerse la siguiente pregunta y dar algunas valoraciones al respecto
¿qué debe hacer la UES ante tremendo problema y reto estructural?
De hecho las soluciones son harto
complejas, y no se puede pretender en este breve documento dar soluciones
mágicas a un problema estructural y
cuyas soluciones además de ser estructurales deben surgir de la participación
de todos los actores que se mueven en este escenario educativo, sin embargo, es
ineludible plantear algunas líneas gruesas, orientadas a activar la imaginación
científica de estos actores.
A corto plazo, como ya se planteó en
otro documento denominado “Sueño o Pesadilla Pedagógica”, la UES debe de aprobar
y ejecutar el año preuniversitario para todos aquellos estudiantes que no aprueben
el examen de conocimientos, ya que el curso propedéutico que desarrolla la UES,
además de ser de baja calidad, no es una solución que va a permitir que los
estudiantes superen los grandes vacíos que vienen arrastrando desde la
educación primaria y secundaria, y a mediano plazo, la UES junto con el
Ministerio de Educación deben articular una serie de estrategias que permitan
que los actores indirectos y sobre todo los directos se conviertan en autores
dinámicos y creativos de las grandes transformaciones que el sistema educativo
nacional tiene urgentemente que experimentar, es decir, las líneas de
transformación no tienen que surgir únicamente de los pensamientos de las
autoridades del MINED, ni mucho de esos expertos extranjeros que este
ministerio contrata, que además de desconocer la realidad salvadoreña, se vienen
a enriquecer a costa de los bolsillos de los (as) salvadoreños/(as), sino de
esos actores directos del sistema educativo, y convertirse además en autores
del destino del sistema educativo nacional.
2 comentarios:
cuesta creer que hemos llegado a niveles de educacion tan bajo en el pais y que la ues tambien ha bajado, dice que secuela de la guerra como otra causa, que la pobreza, que makos padres, malos maestros, mala educacion, hay que analizar y cortar de raiz el problema, buen articulo
opino como usted ... no estoy de acuerdo con perder tanto tiempo, como lo son ahora las "pausas pedagogicas" de 3 dias... para hablar chachara
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