lunes, 26 de diciembre de 2011

Navidad, Tiempo de Realidades, no de Fantasías

Un nuevo tiempo de navidad vivimos en este 2011, tiempo en el cual se han dado muchos cambios en el contexto de vida de nuestro país, tiempo en el que las masas sociales han notado muchos cambios, algunos buenos y otros malos; en que persisten pleitos entre políticos por ganar adeptos al acercarse las elecciones, tiempo en que debemos apretarnos el bolsillo y racionalizar nuestros gastos para invertir de la mejor manera posible el misero aguinaldo, el pobre salario que pagan los empresarios que se enriquecen a costa de los trabajadores; tiempo en que la inconciencia social permite que los vendedores aumenten precios de verduras, frutas, gallinas, pavos y otros animales para aprovechar la ganancia que deja el fin de año y la necesidad de la gente de buscar como compartir una tradicional cena, de mantener una costumbre.

Hoy es tiempo en que muchos se aprovechan de nuestra poca capacidad de análisis, es tiempo en el que los medios de comunicación y las empresas a través de vistosos comerciales nos invitan a gastar lo que no tenemos, es tiempo en el que los hijos nos piden un juego de consola, el último blackberry, los últimos juegos, dinero para el cine, los mejores zapatos, el mejor estreno; es tiempo en que compramos lo que no necesitamos y pagamos un alto costo por ropa y juguetes que probablemente estarán en rebaja en el mes de enero; es tiempo en el que, si no somos inteligentes, quedaremos con deudas.

Es tiempo en que también mucha gente no celebra, esa es la gente que tiene mas necesidades, la gente que come si alguien se digna en regalarle, que se abriga si le regalan una cobija, un suéter; de gente sin futuro, sin porvenir, sin visión en el mañana; es tiempo de hijos de madres solteras y sin trabajo que comen una fruta recogida en la calle, que no piden, aunque anhelen comer lo que degusta un pequeño junto a su madre o padre que con alcahueteo y aunque no tenga mucho dinero le compra de toda golosina que se le antoje; es tiempo de los que lloran a solas por muchas causas, por pobreza, por desconsuelo, por un ser perdido, por la falta de hogar, de comida, de aliento, de una muestra de cariño; es el tiempo de ancianos abandonados que mueren lentamente en soledad, de hijos adinerados y sin corazón que dejan a sus padres muriendo solos o encarcelados en un asilo; tiempo no solo de felicidad, sino de olvido, de falta de amor; tiempo en que unos ríen y toman el mejor vino, mientras otros no tienen agua para tomar; tiempo en que gastamos hasta saciarnos, pero somos egoístas con el necesitado.

Es tiempo de analizar en que posición estamos y como deberíamos ser, es tiempo de hacer que vengan regalos no solo para nuestros hijos, sino también para niños necesitados, para ancianos abandonados, para adultos sin trabajo, sin pan para sus hijos; es una oportunidad para ponernos en paz con quien gobierna al mundo, con ese ser supremo que rige la vida y lograr ser cada uno de nosotros un niño Dios, un ángel, una mano amiga, un benefactor.

La navidad es tiempo para darnos cuenta de las necesidades de los demás y de buscar las maneras de ayudar, de compartir, de dar sin pedir nada a cambio; la navidad no es para políticos que solo prometen, es para personas con un corazón y una mente abiertas al amor a los demás, que entregan lo mejor de si o un poco de lo que tienen en el momento en que se necesita.

No se deje llevar por las fantasías y dese cuenta de las realidades no solo de usted y su familia, sino de la gente necesitada; no se deje llevar por los comerciales y gaste lo mínimo necesario; no queme el dinero en pólvora si no le alcanza el dinero para darse ese lujo; haga conciencia en sus hijos para no malgastar en cosas innecesarias como juegos, teléfonos de ultima generación y otros; eduque a sus hijos para que aprendan a compartir con el necesitado; no consuma alcohol si usted no es responsable y se deja controlar por el vicio; no eche a perder este tiempo de compartir, evite ser usted o sus hijos victimas del consumismo, del egoísmo, de la avaricia.

Eche usted una ojeada en las necesidades de la gente, pregunte en asilos, en iglesias, en entidades no gubernamentales, en instituciones benéficas de prestigio y cuando conozca lo que necesitan los demás ayude sin pedir nada a cambio, entregue en el momento oportuno y no haga pompas para que todo el mundo se de cuenta de sus obras, de sus regalías, de su bondad; no prometa sin dar, no regale solo para darse a conocer, para mejorar su imagen, para beneficiarse de sus actos; esta navidad sea usted un mensajero del niño Dios y lleve alegria a quien lo necesita.

!Feliz navidad, feliz justicia, feliz equidad, feliz bondad!

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