martes, 19 de enero de 2010

Pedir perdón, una virtud que el ser humano debe propiciar


Es muy difícil pedir perdón, mucho más cuando se pide por errores no cometidos por la uno mismo, pero que tienen que ver con algo que ha hecho su familia, sus amigos o aquellos que de una u otra manera estén o hayan estado relacionados con la posición que una persona ocupa en determinado momento.

Hace varios años se dio un digno ejemplo de esta virtud, cuando el fallecido Papa Juan Pablo II pidió perdón a la humanidad entera por todos aquellos errores cometidos por la iglesia católica durante épocas pasadas y que fueron causadas por aspectos coyunturales, creencias y otras situaciones; esto fue un ejemplo para todo el mundo y fue una situación sujeta a críticas, la mayoría positiva de parte de personas que sabiendo razonar, vieron en el Santo Pontífice una virtud de pocos, una hombría, una rectitud, una actitud de respeto a la vida; de la misma manera hubo pocos no muy racionales a quienes esta acción les ofendió y criticaron de muchas maneras ese hecho llevándonos a épocas pasadas, hablando de cosas sin sentido, no aceptando el perdón como una vía para la pacificación de los pueblos, para la unión entre seres humanos, para la reconciliación.

Hoy sucede lo mismo en nuestro país, donde desde hace muchos quinquenios, las organizaciones internacionales y nacionales de derechos humanos y muchas familias exigen que se haga la misma acción de parte de aquellos que de alguna u otra manera afectaron a terceros con sus acciones, con errores y muchas veces por accidente; ante esto los gobiernos anteriores callaron o hicieron pantomimas que nada más ofendieron a los dolientes y aumentaron el rencor, la separación, la pena. Esta semana el Presidente Mauricio Funes por un lado, pidió perdón por aquellos errores cometidos por el estado y por la institución que el ahora dirige, la Fuerza Armada; por todos aquellos errores cometidos durante la pasada guerra civil, pide que haya reconciliación en su carácter de Presidente del estado salvadoreño y como Comandante General de las Fuerzas Armadas; por otra parte en su carácter de dirigente de un partido político que antes fue guerrilla, Salvador Sánchez Ceren hace la misma acción en un acto cívico ante miles de personas.

Esto generó criticas inmediatas de muchas personas, principalmente de ex presidentes y personeros de la extrema derecha y algunos que antes eran de izquierda; critican al presidente por nombrar solo al estado y no a la guerrilla, olvidándose que el Presidente de la Republica no debe pedir perdón por un grupo armado independiente del mismo; obviaron el hecho que esta acción la hiciera Sánchez Ceren, critican que mencione a la fuerza armada, olvidando que es su comandante en jefe y se duelen por una acción que ellos nunca quisieron hacer.

Debemos recordar que esta acción es necesaria, que hoy toca a los que de una u otra manera perdieron a sus familiares o fueron afectados, buscar la reconciliación y caminar juntos hacia el futuro y aquellos que fueron afectados por grupos paramilitares fuera de la guerrilla, recuerden que el perdón es una virtud solo de seres racionales, no esperen que ellos pidan perdón, no esperen que entiendan por que el presidente y la ex guerrilla lo hacen, ellos se sienten orgullosos por lo que hicieron, pero pidamos al creador que nos haga perdonar, mantener viva la memoria de nuestros familiares sin rencores y avanzar con nuestros actuales gobernantes hacia un El Salvador más unido, más solidario, más humano.

Porque el perdón es virtud solo del ser humano, no esperemos que lo hagan o entiendan otros seres…

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