lunes, 8 de junio de 2009

Los bailes de antaño

Tonaca siempre se ha caracterizado por tener gente que se destaca por su forma de bailar, y han sucedido muchas historias a lo largo de los años que nos pueden traer bonitos recuerdos, les contamos los que nosotros recordamos.

Las épocas de Matildito nos hacen recordar los bailes en el portal del Centro Penal, en la época de los 70, cerraban con lazos para que la gente que no había pagado no se metiera, había diversos equipos de sonido, pero los más famosos eran los “Aparatos Avalos”, como siempre se bailaba la cumbia y otros ritmos de la época; en ese tiempo en el lugar donde actualmente está el Hogar de Ancianos Santa Marta, existía un famoso bar llamado “Mil Amores”, lugar en el cual sucedían muchas tertulias, pleitos entre bolos y cosas que hacían honor al nombre que llevaba, eran los tiempos de mujeres famosas, algunas de ellas ya descansan en paz; estas llegaban a los bailes a engalanar la fiesta, eran "el alma de la fiesta" y daba gusto verlas bailar, a veces bien "entonadas"; no podía faltar la música en inglés, Boney M, Tierra, Viento y Fuego, entre otros; cuando salió la canción “One Way Ticket (tiquete de ida)” la gente comenzaba a abrazarse creyendo que era música para bailar “pegado”, luego tenían que soltarse rápidamente y empezar a moverse “despegado”; al mismo tiempo recordamos que antes, durante las fiestas patronales, prácticamente habían bailes a diario, en algunos años incluso nos dábamos el lujo de tener un grupo cada día; las carrozas y las reinas eran del correo, el comercio y los obreros principalmente, la fiesta de gala como hasta ahora, era el 5 de diciembre, casi era tradición traer a los Hermanos Flores y el sitio elegido era la escuela de niñas, en ese tiempo Presbítero Nicolás Aguilar Numero 1.

Recordamos cuando la pista no alcanzaba para que bailaran el Corrorre con la Marisol “cuya”, sus pasos de baile eran excepcionales, elegantes, vistosos, mucha gente no bailaba por estar admirando su forma de danzar, muchos se apartaban para dejarlos pasar cuando se mecían en todo el escenario.

Era el tiempo de La Fiebre Amarilla, Grupo Hierro, los inicios de Espíritu Libre, Los Faraones, la Orquesta Casino y otros; así como el Grupo Macho con Susana Velásquez, quien luego se fue con la Sonora Dinamita y a quien vale la pena recordar...

Fueron surgiendo nuevos grupos, para los hombres fue emocionante cuando a Tonaca llegaron las Nenas de Caña, el escenario de la escuela de niñas era insuficiente, la gente dejaba de bailar para verlas, las novias se enojaban con los novios; en una de sus presentaciones hicieron una competencia, los asistentes debían llegar a bailar “El Zangolote” y ganarse un premio, pidieron que subieran al escenario, los que gritaban ya no quisieron subir, sólo las querían ver. De repente empezaron a subir algunas cipotas, entre ellas una que vive aun en el Barrio Mercedes, bailó sacudiéndose como que quería inventar el reggaetón, ganó la representante de Tonaca pues todo el mundo aplaudió su forma de bailar, se mereció el premio.

Pidieron entonces que subieran hombres, subieron unos de la colonia San José Las Flores, otros de cantones y de repente de Tonaca “El Nel”, quien andaba muy tomado y casi no podía caminar; uno a uno los participantes se movían al ritmo del zangolote a la par de las cantantes; le tocó el turno al Nel, casi no se movía, apenas movía las caderas, las Nenas de Caña lo motivaban, pero él no podía moverse, mucho menos sacudir el pañuelo que ellas le habían dado. Terminó la competencia, llegó el momento de los aplausos, fueron señalándolos uno a uno, la gente aplaudía, llego el turno del Nel, los aplausos fueron nutridos, a pesar que no había bailado; las cantantes dijeron admirar el apoyo que la gente de Tonaca daba a su representante “a pesar de todo”. No recuerdo el nombre del Nel, solo recuerdo que tenía una abarrotería donde hoy venden pupusas, a la par de la Unidad de Salud, ya está en la presencial del Creador, fue asesinado en la Colonia San José Las Flores; recuerda usted su nombre?.

Siguieron los bailes con Espíritu Libre, que después se llamó Jhose Lora, este tenía la costumbre de llevar a un cantante, llevó a Fermín Iglesias, entre otros; por otra parte los bailes de la Fiebre Amarilla se caracterizaban por contar chistes. La mayoría de grupos cantaban y tocaban en vivo. Algunos hacían mímicas, incluso de canciones en inglés, como cuando el Grupo Macho hizo la mímica de la canción “Maniac”, ellos creyeron que todos suponíamos que la cantaban “igualita” que Michael Sembello; la gente no protestó, aunque se dio cuenta de la farsa, solo bailó.

En esa época los equipos de sonido ya eran más modernos, pero al que mas contrataban se llamaba “Sonido Señorial”, iniciaron las mezclas que no eran como hoy, sino solo unir canciones para seguir bailando sin parar.

Uno de los grupos musicales extranjeros que revolucionó los bailes fue “The B 52`s” con su “Private Idaho”, lo que sucedía es que era un ritmo distinto, había que saltar para llevar el ritmo, cuando la gente no conocía la canción pensaba que duraría 3 minutos, pasaba el tiempo y hasta se fatigaban, pues eran 3 canciones continuas que duran como 15 minutos o más; pero fueron el boom de la época; de la misma manera todo mundo se emocionaba cuando salía la canción “Situation” del Grupo Yaz, todos la querían bailar, hasta las cipotas le pedían a los muchachos bailar por tal de no perdérsela.

En la música tropical hubo una canción que causaba igual impacto, era del grupo Los Flamers, que llegó varias veces a nuestro país en la misma época de Espíritu Libre, que fue ametrallado y hasta hicieron una canción al respecto; de ellos la canción que mas pegó fue “Juana la Cubana”, cuando sonaba nadie quería quedarse sin bailar, las cipotas buscaban pareja si nadie las “sacaba” a bailar.

Muchos quizás recuerdan un baile en el cual se celebraba el día del militar y llegó la guerrilla a atacar, aparentemente de forma rápida penetraron al pueblo, dominaron a los soldados, llegaron al baile y cerraron, quedándose algunos adentro; la gente sentía temor, se oían balas y bombas afuera, ellos decían que no se debía preocupar nadie, que todo estaba controlado, en ese año había llegado frente a la casa comunal un “gay” que había puesto una cervecería grandísima, vendía además comida y se había conseguido un novio en Tonaca, que era un adolescente y al que una vez fue a traer a la Loma porque estaba con una cipota; pues al día siguiente del enfrentamiento se fue sin importarle que dejaba libre al novio, tuvo miedo de que sucediera otro enfrentamiento.

Existen muchos más recuerdos de las fiestas y los bailes que tal vez usted pueda aportar, quizás no llevamos una descripción cronológica y usted nos puede corregir; esperamos que no se ofenda y que esto le sirva para traer gratos recuerdos de años anteriores, pero ya veremos otras cosas en la siguiente parte de nuestras historias a medias; mientras tanto, bailemos con Juana la Cubana...


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