martes, 16 de diciembre de 2008

La manipulación de ARENA a los Cristianos Evangélicos

PARA QUE USTED JUZGUE...

“El gobierno me daba bonos por haberlos apoyado en la elección”
Admite sin reservas que él y una treintena de pastores más pactaron con el partido Arena los votos de la feligresía en 2004 a cambio de “bonos”. Esos “bonos” se los pagaba el gobierno, pero pronto vino el desencanto que los llevó a romper.

El pastor Rómel Guadrón, luego de tres años decepcionado en silencio por un pacto que el gobierno no le cumplió, decidió levantar polvo y contarle al país en un libro –“La verdad sobre los cristianos en la política de El Salvador”– cómo fue seducido para llamar a la feligresía a votar en 2004 por el hoy presidente, Antonio Saca.

Ya con el libro escrito, armó tremendo alboroto en el equipo del candidato que hoy corre para la presidencia por Arena, Rodrigo Ávila, luego de que le enviara el libro para su aprobación antes de presentarlo públicamente. Y estuvo a punto de no hacerlo. Es que Ávila le pidió que no lo diera a conocer por su contenido explosivo, y aseguró que él no era como Saca y le prometió pagarle lo que ya había gastado en la publicación, dice el pastor. “¡Pero vueeelven a fallar!”, y por eso lo publicó.

Sin el dinero en la bolsa, el silencio se rompió y ahora, en una contienda en la que los partidos políticos ya no esconden su disputa por el voto evangélico, no solo asegura no estar casado con Arena. Cuatro años después, dice, ya no tiene miedo de esas “torpezas” que se decían sobre el comunismo.

LA ENTREVISTA:

Dice que el gobierno no cumplió el pacto que habían hecho en la elección pasada…
No fue solo que no se cumplió el pacto, sino que fue también el irrespeto a Dios. Fue tomar a Dios como amuleto. Le faltaron el respeto a los pastores y a los cristianos.

¿En qué consistía el pacto?
Era básicamente poner un alto comisionado presidencial que atendiera al pueblo cristiano evangélico.

¿Para atender qué asuntos?
Por ejemplo, podía atender en necesidades económicas, necesidades de trabajo, ayudas en cualquier situación difícil. Nosotros dijimos “eso vale la pena”, pero al no cumplirlo faltaron el respeto a Dios. A mí, en 2005, Dios me dice por tres fuentes que yo tenía que apartarme de ahí, que yo ya no podía seguir en ese lugar. Yo creo que el presidente (Antonio Saca) jugó y nunca se imaginó que detrás estaba Dios.

Pero esas necesidades que menciona las tiene todo salvadoreño, independientemente de la religión que profese. ¿Por qué necesitaban un alto comisionado presidencial para ustedes exclusivamente?
No, no necesariamente. Cuando uno hace esto no lo hace exclusivamente, es solo para poner identificación. Nooo, no, no, jamás sería eso, nunca. Es como un decir, nada más.

¿La propuesta de un comisionado presidencial fue de ellos o petición de ustedes?
De él salió, hasta en anuncios dijo él que el día que llegara a la presidencia pondría un alto comisionado que atendiera todas las necesidades del pueblo cristiano.

¿Y el pacto fue a cambio de qué? ¿De votos de sus iglesias?
Sí, ese mismo día el presidente me dijo a mí: “Rómel, llama a dos pastores que trabajen contigo y comencemos a trabajar inmediatamente”. Claro que sí.

¿Comprometieron entonces los votos de la gente de sus iglesias?
Por supuesto, así lo apoyamos. Es que todos teníamos miedo del comunismo y de todas las cosas que decían, y como teníamos miedo, teníamos que apoyar. Pero no lo íbamos a hacer así no más, queríamos algo concreto.

¿Y es así de fácil realmente que un pastor domine el voto de su feligresía?
Lo que pasa es que al menos en ese entonces todos teníamos una mentalidad de que esto era catastrófico. Y más yo, que había tenido la oportunidad de estar con Schafik Hándal y con Machuca. Y quizás Machuca fue el que me habló claro. “Mirá, eso es grave”, me dijo, “el país se va a hundir, y quienes van a sufrir son tus hijos. Ustedes deberían hacer algo”. Y Schafik también dijo algo que no era sabio, yo creo que ese hombre era transparente, pero dijo algo que para los cristianos es dañino.

¿Qué dijo?
Yo le pregunté: “Schafik, ¿qué vas a hacer con Israel?” Con el pueblo cristiano me dijo que lo iba a apoyar y todo. Pero cuando le pregunté por Israel, me dijo: “Voy a sacar la embajada de Israel, que está en Jerusalén”. Y todos los cristianos estamos con Israel, lo apoyamos, de ahí vino el evangelio. Entonces yo me acuerdo que Dios le habló a mi corazón y eso me indicó a mí que no era el momento para ellos. Luego le pregunté lo mismo a Tony Saca, y él me dijo: “No te preocupés, ¿eso cómo se va a mover? Ahí queda, no te preocupés”. Y resulta que él cambió las cosas, es decir, fue un irrespeto. Yo no digo que quizás no la hubieran cambiado, pero que por lo menos no digan lo que les conviene, porque al final uno siempre está alerta.

¿Por qué para ustedes desde El Salvador era algo tan medular que mantuvieran en Jerusalén la embajada?
Porque Israel ya prácticamente, por decirlo así, no tenía apoyo de nadie en ese aspecto. Y mientras uno mantiene la embajada, es una credibilidad, un apoyo moral para ellos. Ellos deseaban ese apoyo.

Cuando ustedes comprometieron los votos de sus iglesias, ¿cuál fue la labor que empezaron a hacer para convencer a sus feligreses?
Dios me lo dio a mí, me lo dio en Hebreos 11:30. Ahí estaba Andrés Rovira, Francisco Laínez y René Figueroa, ese es el equipo que nos destacaron en aquel momento. Y me dijeron: “Rómel, ¿qué tenemos que hacer?”. Entonces yo les dije: “El problema es difícil, Hebreos 11:30: los muros de Jericó cayeron por la fe, después de rodearlos siete veces”. Entonces yo les dije que nosotros como cristianos somos buenos para orar al Señor, pero los muros no caen solo con eso, sino que tiene que haber una acción. Y la acción en este caso es que tenemos que ir a votar.

Y eso le dijo entonces a su iglesia…
Les dije: “Hagamos un llamado al pueblo cristiano a que salga a votar”. Exactamente así fue, así es como inmediatamente ya teníamos TCS, teníamos periódicos, usted sabe… El Diario de Hoy y otros, y radios… teníamos todo… y ese fue el lema. También hicimos una cadena de Asder, si no me equivoco. Y no crea que éramos muchos tampoco, eso solo era un mito, éramos pocos pastores, pero la gente se iba añadiendo.

¿Cuántos pastores eran?
En lo del pacto éramos como 30 nada más, solo que había gente de peso. Así es que empezamos a dar el mensaje y el mensaje cayó en buena tierra.

¿En qué momento es que se da entonces su ruptura con ellos? Porque la Red Nacional de Pastores “Torre Fuerte”, a la fecha, lo que dice es lo contrario, que el gobierno sí les ha cumplido.
Porque esa red es de Gobernación, puesta por el gobierno, así que ellos subsidian a algunos pastores. Les ayudan, pagan local, sueldos a algunos y una cantidad ahí de dinero. Esa la mantienen ellos como un brazo para las elecciones.

Pero usted estuvo en esa red también, hasta fue presidente.
Sí, pero yo me salí. Es que vino un hombre y habló conmigo y fue el que me dijo “retírese de ahí, pastor”. La sorpresa mía es que viene un profeta y me dijo también que ya había que retirarse. Y para entonces ya todo mundo estaba afuera, para el gobierno era como “bueno, ya logramos el poder, ahí vean ustedes cómo salen”. Pero eso sí, ellos siempre lo van a utilizar a uno en tiempos de campaña y lo vuelven a llamar. Es un irrespeto total.

Hablaba de dinero de por medio, ¿cómo le consta?
Lo que daban así como disimulado eran bonos. A mí me daban bonos, lo recibí como tres o cuatro meses, en 2004.

¿Quién le pagaba?
Je, je, yo ya no me quiero meter en este lío, pero venía del gobierno. Pero yo después los rechacé, ahí está en mi libro que hice (“La verdad sobre los cristianos en la política de El Salvador”) una carta donde le digo: “Señor presidente, le agradezco por todo, pero quiero decirle que a partir de ahora renuncio a mi bono”…

¿De cuánto era?
(El pastor se mantiene en silencio por varios segundos, meditando con el ceño fruncido lo que va a decir, hasta que mejor se decide por cuestionar la pregunta hecha) ¿Cree que habría que decirlo?

¿Por qué no?
(Esta vez, aunque más breve, el silencio vuelve a repetirse por unos segundos) Es que dan diferentes bonos… pero yo creo que no sería bueno seguir con eso. Pero también quiero decir que pocos pastores eran muy corruptos, y por eso es que se dio la división, porque cada quién buscó sus propios intereses. Hay algunos pastores que son pícaros también.

Usted, en una entrevista en canal 33, mencionó que en un momento tuvieron trato con el asesor y primo del presidente, Herberth Saca…
Sí, él es el encargado de repartir el dinero, a él lo dejaron.

Y el dinero iba exclusivamente para los pastores, no para iglesias.
Noo, era para pastores nada más. Pero como me imagino que tenía la plata, también podía ayudar a cualquier iglesia.

¿Por qué no habló de todo esto sino hasta este año? ¿Qué lo ha movido ahora?
Es delicado, pero me gustaría que quede claro. El libro lo saqué porque era una reflexión para que el gobierno cambiara. Mi intención fue que ellos reflexionaran, pero en el equipo que tengo me dijeron: “Rómel, no saques el libro, que lo vea primero el ingeniero”…

¿El ingeniero?
Rodrigo Ávila.

¿Y por qué?
Porque dañaba y a él no le convenía lo que había pasado. Él lo mira y cuando lo ve se siente mal y me busca. Me llama -hace un par de meses fue eso- y me dice: “Rómel, ¿podemos reunirnos?” Y yo, “claro que sí”. Vino aquí a mi casa y me dijo “mirá, Rómel”… (Hace una pausa larga de nuevo, como evaluando la conveniencia o no de revelar lo que le dijo el candidato. Pero por fin se decide) … “no saques el libro”, o “ahí decides tú”, pero la cosa es que me decía “Tony es una cosa, yo soy otra”. Y eso me gustó, me gustó, me gustó. La verdad, me convencieron. No quiero decir lo demás, pero me ofreció algo. Y le digo: “Mira, si de verdad tú no fallas y de verdad cumples, yo estoy dispuesto a que esto (el libro) no salga. Pero hagamos una cosa, pagame lo que he gastado en el libro”. Y me dijo: “No te preocupes, eso te lo pagamos”. Y hasta oramos. Es más, él oró por mí, ni siquiera yo oré por él, y claro, yo creí. Y de ahí, para resumir las cosas, le entregué los libros, y me dijo que no me preocupara, que ya me lo iban a pagar.

¿Cuánto había gastado?
Como 8 mil dólares. Pero pasó un día, dos días, tres días, un mes, y nada. Y cuando yo quise llamar, ya los teléfonos de ellos no funcionaban, hasta que me dijeron que a él le habían dicho que él no necesitaba a los cristianos, que de todas maneras siempre íbamos a votar por Arena, y por eso no me pagó. Sé quién lo dijo, pero no lo quiero mencionar. Por eso saqué ese comunicado, y el mismo día me llamaron.

¿Le llamó él directamente?
No, gente del equipo de él. “Pastor, te vamos a pagar”, y me amenazaron un poquito.

¿Con qué?
Con que me iban a atacar por periódicos, que por televisión. “Ta bien”, les dije yo. ¡Pero vueeeelven a fallar! De ahí me llama otra gente y me dijeron algo, que tampoco quiero decirlo, pero era otra propuesta. Ahí es donde les dije: “Ustedes se han confundido, no es dinero”.

¿Y Rodrigo Ávila dinero fue lo que ofreció?
Pero no quiero poner que fue Ávila, sino que otra gente de su equipo.

Pero sí fue entonces dinero lo que le ofrecieron
(El silencio se repite) Je, je, no quisiera, no quisiera meterlo ahora eso. Pero todavía hubo una tercera (llamada). Me dijeron: “No saqués el libro”, y yo les dije que ahora sí tenía que sacarlo, aunque fueran 300 libros. “Yo ya saqué ese comunicado, tengo que hacerlo”. Todavía les creí, Dios sabe que les creí. Y así fue.

¿A usted le parece saludable para la iglesia evangélica que sus líderes estén en este tira y encoge con partidos políticos?
Yo creo esto: es bueno si se ve desde el punto de vista del respeto. Es bueno que aprendan que se respeta a Dios, a los pastores, a los cristianos, es bueno porque también es necesario que nosotros seamos una luz para ellos. Por ejemplo, hay que enseñarles que hay que hacer justicia. Si nosotros los cristianos no solamente adoráramos y alabáramos, sino que hiciéramos justicia y ser la boca de Dios para con los gobernantes, seguro que tendríamos un mejor país.

¿Pero por qué eso tiene que pasar por negociaciones de “me pagás lo del libro” o “te ofrezco un bono”? ¿Eso le parece bien para la iglesia?
Es saludable para el gobierno porque uno sigue creyendo que van a cambiar, por eso. Yo estaba una vez más convencido de que iban a reflexionar, gente que me decía: “Rómel, démosle la oportunidad”. Esto que pasó es como una prueba, y para mí era justo que pagaran el gasto (del libro). Cuando uno ve que la cosa ya no es recta y se da cuenta de que uno agotó todo, sería torpe quedarse.

El pastor Mario Vega, en el programa que compartieron en Canal 33, mencionó que el solo hecho de estar negociando un comisionado presidencial para los evangélicos era caer en el ganguerismo. ¿Usted no lo ve así?
Yo creo que la posición del pastor es del reino de Dios, pero yo creo en el reino de Dios y en la justicia. El deber es trabajar para que la justicia de Dios sea manifestada en la tierra, debemos ocuparnos de la justicia social así como Jesús con los pescadores, prostitutas, enfermos, pobres, necesitados. Nosotros debemos imitarlo, tenemos que interesarnos en la justicia nacional. Porque donde no hay justicia abundan el robo, los pleitos, pobreza… no solo es orar y ayunar, eso es pobreza espiritual. Entonces la justicia debe llevarse al ámbito financiero, gubernamental y social, y eso no puede hacerse desde afuera. Uno tiene que entrar, afuera no le hacen caso. Ah, y hay otra cosa que también quiero decir: lo otro que sí me dolió es lo que hicieron con el señor (Ricardo) Meneses (ex director de la PNC, quien también es evangélico). Ni siquiera nosotros como cristianos apoyamos a este hombre. ¡Él está tirado en Washington! ¡Abandonado! Un verdadero cristiano en el gobierno es un estorbo.

¿Usted mantiene contacto con él?
Sí, es mi amigo.

¿Y alguna vez manifestó esta molestia al gobierno?
No sé si alguien lo hizo, pero por eso es que digo que los cristianos no estamos unidos. Por eso mi llamado a los pastores es “unámonos, independientemente de la política”.

Para esta ocasión, aparte de Rodrigo Ávila, ¿se ha reunido con algún otro candidato presidencial?
No, no…

¿No lo han buscado?
Cómo no, claro, sí me han buscado.

¿Quiénes?
Yo no quisiera decir nada todavía de eso, pero sí me han buscado.

Y usted entonces no los ha querido recibir…
Cómo no, hay uno que me ha llamado y voy a ir, quiero oírlo, pero la verdad es que ahora ya aprendí un poco de esto, y si haríamos algo tendría que ser por el bien de un país. Pero me imagino que tenemos que apoyar a alguien, me imagino que sí.

¿Apoyar de qué forma? ¿Haciendo campaña desde el púlpito?
No, eso nunca, desde el púlpito nunca. Ni campaña tampoco, ni nos vamos a casar con ningún partido. Algunos pastores sí se casan, si yo hubiera estado casado ahí me quedo. Yo creo que si vemos un partido que ve por los intereses de un país, de un pueblo, creo que es justo darle oportunidad, pero tampoco podemos irnos así por así, ya vimos que la gente promete de todo.

¿Pero cuál sería el apoyo entonces?
Tal vez sería no hablando de partidos, no decir nada de eso, pero sí tal vez decir en alguna entrevista o algo por el estilo qué partido está llevando las cosas más ordenadas por el estilo.

Por hoy, ¿qué partido se acerca a eso?
Hay que ver un poquito más todavía. Hay gente que ya me ha dicho “ya leímos su libro, ya nos dimos cuenta, no queremos fallar nosotros”. Se ve algo muy bueno. No pueden cometer un error más.

¿El miedo que tenía en 2004 lo sigue teniendo ahora?
No, hoy ya no. Eso es porque cuando algo es nuevo y ves todo eso da miedo, pero no. Quizás a mí lo que me abrió los ojos fue ver que el gobierno no era recto, esas cosas que dicen no es como pensábamos. Al otro mucho le afanaban cosas, que las remesas… esa era una farsa… que las libertades… son torpezas. Eso no existe. Y en todo caso, si hicieran algo, ya sería ser torpe, porque los cristianos se levantan, no van a permitir eso. El pueblo cristiano es fuerte, lo que pasa es que nos han enseñado a no meternos en nada. Ahora Arena, si queda, lo va a pensar varias veces para fallar, va a decir “ahora sí no se puede jugar con los cristianos”. Y el FMLN va a decir “estos son cosa seria”.

No hay comentarios: